Fundación Educativa San José de Cluny

¡CAMINAMOS JUNTOS!

En estos días, poco a poco, nuestros colegios vuelven a recuperar su actividad. Primero llego el personal de los colegios y luego nuestros alumnos, comenzando por los más pequeños. Hoy, han acabado de incorporarse los alumnos más mayores de los centros de Galicia y ¡ya estamos todos!

Comenzamos un curso para continuar haciendo experiencia de sinodalidad, porque “caminamos juntos”.

Toda la comunidad, en la libre y rica diversidad de sus miembros, está llamada, precisamente, a rezar, escuchar, analizar, dialogar, discernir y aconsejar. Estamos llamados a participar porque cada uno tenemos un papel único e indispensable en el grupo, en la comunidad. Nos necesitamos y, por supuesto, ¡Le necesitamos! Así, le pediremos cada día, en la oración de la mañana: “Jesús, camina con nosotros. No nos sueltes de la mano”. Caminamos con el Señor y en el Señor y, en este camino, nos acompañamos. ¡Lo recorremos juntos!

Pertenecemos a la Familia Cluny y somos invitados a participar en un sinfín de momentos: encuentros, celebraciones, oraciones, convivencias, reuniones, fiestas… a participar en la vida de esta comunidad. Juntos, como los apóstoles en el Cenáculo en Pentecostés, juntos en el camino como los discípulos de Emaús… ¡juntos! Cada uno aportando sus dones y talentos, como nos recomienda nuestra Fundadora (de Ana María Javouhey también podemos aprender cómo caminar).

En esta línea nos unimos, también, a toda la Iglesia universal en este año en el que vamos a vivir el Jubileo 2025. Este Jubileo va a ser el hito del curso: la meta del 2024-25. Un Jubileo en Roma que se presenta con un lema y un logo muy similar al que proponemos desde Cluny: “Peregrinos de esperanza”. Somos peregrinos que caminamos aferrados a la Cruz que nos trae la Esperanza y la Salvación.

Caminemos, así, juntos, como hermanos, de la mano y anclados en Cristo que es nuestra seguridad, nuestra esperanza y a la vez, el Amigo que necesitamos para recorrer el camino de nuestras vidas. Todo esto sin olvidar, por supuesto, que, también, contamos con el Ancla de la Esperanza, que es María, Madre de Jesús y Madre nuestra y que no nos deja solos ni un instante en este camino comunitario al que estamos llamados a recorrer.

¡¡BIENVENIDOS AL CURSO 24-25!!

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